Beneficios y propiedades de las endibias
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La endibia tiene la maldición de las hortalizas de hojas grandes y verdes: se las confunde a todas con las lechugas. Si se ve entera, quizás se distinga, pero cortada y en ensalada, pasa completamente por una lechuga. Y claro, no es fácil competir contra una de las hortalizas más conocidas. Por eso mismo, desde aquí queremos reivindicar las endibias. Queremos que la gente las distinga, las reconozca y valore todas las propiedades de las endibias. Aquí explicaremos todo lo que debéis saber sobre ellas.
Origen de las endibias
Las endibias tienen origen europeo, particularmente en el Mediterráneo. Al igual que muchas otras verduras verdes y blancas como las escarolas o los cardos, crecían de forma silvestre y espontánea y así lo hicieron durante mucho tiempo. De hecho, son tan antiguas que tanto egipcios, como griegos y romanos ya las conocían y disfrutaban del sabor y las propiedades de las endibias. A pesar del paso de los años, todos estos pueblos las consumían en su forma silvestre.
Un caso curioso que ha pasado con las endibias es que en el siglo XIX, aparecieron de forma espontánea la que conocemos como Endibias de Bruselas. Fue justamente en Bélgica y son las que conocemos hoy en día, una versión más “domesticada”.
Propiedades de las endibias
- Mejores aliados para perder de peso: la principal de las propiedades de las endibias es que son prácticamente agua. Su composición es de 93% de agua, por lo que apenas tiene calorías y lo mismo con las grasas. Esto la convierte en una de las mejores opciones para perder peso.
- Fuente de potasio: solemos asociar el potasio a las frutas, sin embargo también podemos encontrarlo en hortalizas. Este es un claro ejemplo, ya que uno de los beneficios de las endibias es que son una gran fuente de potasio. El potasio ayuda a mantener fuertes nuestros huesos, evitando su deterioro, además de mantener sanos nuestros músculos y nuestro sistema nervioso.
- Ácido fólico: al igual que muchas otras hortalizas, otro beneficio de las endibias es que contienen ácido fólico. Este ácido ayuda a evitar enfermedades cardiovasculares y ayuda a reducir el riesgo de determinados cánceres.
- Mejor cruda: es raro encontrar alguien cocinándolas, sin embargo es mejor así ya que podemos aprovechar mejor los beneficios de las endibias. Cuando se comen cruda, nos aportan cumarina y lactucina, que son antiinflamatorios naturales y ayudan a paliar los síntomas de determinadas enfermedades degenerativas.
- Antioxidante: las propiedades antioxidantes de las endibias se las debe a la vitamina A y los betocarotenos presente entre sus hojas. Estos elementos ayudan a la regeneración celular, proteger frente al cáncer de pulmón y mantener nuestra piel y vista sanas.
Valor nutricional de las endibias
- Calorías 17kcal
- Grasas 0,2 g
- Colesterol 0 mg
- Sodio 22 mg
- Calcio 52 mg
- Hierro 0,8 mg
- Magnesio 15 mg
- Potasio 314 mg
- Hidratos de carbono 3,4 g
- Fibra alimentaria 3,1 g
- Azúcares 0,3 g
- Proteínas 1,3 g
- Vitaminas E,K,C,B5,B3,B1
Variedades de endibias
Como ya hemos visto, hay muchas maneras de distinguir las distintas variedades de una verdura. Puede ser por su color, época de cultivo, propiedades, etc. En este caso se podría hacer por color, época y propiedades de las endibias, sin embargo no es fácil ya que no hay grandes diferencias. Se suelen dividir o entre híbridas o no híbridas o entre forzadas y no forzadas, aquí explicaremos estas últimas:
- Endibias forzadas: las más comunes, se fuerzan a cultivarse con tierra, a oscuras. De esta manera tienen un color blanco, con las puntas amarillentas y unas cabezas hinchadas con forma de cogollo.
- Endibias no forzadas: por el contrario, están son cultivadas a la luz del sol, lo que les da ese característico color verde y unas cabezas más grandes.
Conclusión
Entendemos si antes de leer esto, pensabas que se trataba de otra hortaliza de hojas grandes más, o de una variedad de lechuga. Pero ahora que ya has leído las propiedades de las endivias, sus variedades y todos sus beneficios, no puedes no añadirla a tu dieta. Son fáciles de comer, no tienes ni que cocinarlas, y, de hecho, cuando la comes cruda es como más se aprovechan los beneficios de las endibias. Seguro que a partir de ahora, cuando hagas una ensalada, prestarás más atención y empezarás a buscar las endibias por todos lados.
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